LA MUJER Y LA VENTANA

El viento traía el murmullo de l'água.
La mujer lloraba
por la misma causa recorriente:
la lucha por la libertad...
De vez en cuando,
por la ventana abierta
la mujer, ardiente pero melancólica
miraba en el espejo del aire
- observaba el vuelo
de los pájaros libres
encima del mar, en el horizonte rojo.
(Creo que con esta imagen
se podría elucidar la realidad
de la mujer;
limitada en su espacio
en los años que fueren negados
muy arraigada en cuentos de hadas,
pero limitada
en ciertos deseos...
para las mujeres,el amor
non constituye el mismo sentido
que para el hombre...)

Pero parecía aliviada, ahora...
Casi cerró los ojos que le doían...
Cerró las manos...
Pasaron unos minutos...
El hombre, arrastando los pies
se acercó
sussurandole al oído:"Adiós"
– "Adiós", repetió la mujer
– parecía en reposo,
sin la percepción de la dolor
de l'alma padeciente...

Un calor abrasador la invadió.
Las venas de sus manos
sobresalían, azuladas,
como ríos en fuego, todavía...
Las palmas, con los dedos encorvados
llevaban el compas indeleble
de las vibraciones de la furia...
Esperó hasta que la puerta
amarillenta y  pesada
se cerró, como para sellar el adiós.
Una vez más, solamente sola,
in soletude
pero renovada...

El calor, la ultima expresion posible
tanto en el comiezo
com en el termino
profundamente sumergido
a las raíces de su cuerpo.
Repentinamente el viento
sibilla en las ventanas...

En la vivencia, el hombre
– objeto amado de deseo
se haya convertido
en su problema...
La pasion
se haya convertido
en distancia y ausencia.

             Clevane Pessoa de Araújo Lopes

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