Por donde su afán de lucro
Sentó reales
Extrajó cornucopias de oro
por hoteles y reservados del mundo
Evitando la mengua de su prestigio
Asesores camareros y guardaespaldas
Adquirió desiertos y sacó petróleo
Chatarras y fabricó bombarderos
Hasta un plan de turismo a la Luna
Y otras veleidades sumamente costosas
Según su vigésimo testamento
Con el hastío desejado por seis
Estrellas
Todos recuerdan al excéntrico vagabundo
Que una mañana de invierno en una estación
De gasolina
Pidió una moneda a un camionero
Para preguntar en algún número por sí mismo
Da revista: "Puesto de combate - literatura e arte contemporáneos" nº12, 1977, Colômbia