EL NAMORADO
Te busco en el castillo de mi cuerpo, soy
un rey abandonado en su palacio,
soy el tirano de mis mudos huesos.
Clausurado en mi cuerpo, te persigo
en la carrera de mi sangre,
te veo en los ojos que me arden
hasta girar la órbita de su reposo último,
te siento impenetrable entre mi vientre
como una dura catedral de vino.
Rey demente en su país de sangre,
te recorreré por estancias agrietadas
hasta que estalles la frontera de mi piel,
hasta que alumbres mi hueso con tu hueso,
hasta que oigan caer el esqueleto
tu acantilado varón
y mi destierro.
La noche, la alta noche sostenida
de celeste sonata y lenta esfera,
sucumbe si te pienso,
oh noche de tu cuerpo, desvarío
de laúd, cuerdas que sólo yo tañía.
Te oigo todavía vibrando entre mis manos,
y la noche de nadie y lenta esfera
crece sola, arde sola
para nadie
su incendio de sonata.
Si hoy te tocara, si hoy
corriera por mis manos
la misma sangre con que te amaron
n día, tantos,
cuántos días de sangre
en nuestras manos, corriendo
por tocarse, por poder
asirse cada día
como un bosque quebrado...
Do livro: "Clave Final (Montevídeo - Nitéroi)
1975 - 1979", Ediciones del Mirador, 1982, Uruguai
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