siento bajo la lengua un sudor de muerte
a lo lejos, en la mesa permanece la huella circular del vaso
(como una rueda de azúcar derretida)
el cigarro tacha y borra el respirar entrecortado de la noche
y otra vez siento sus dedos negros en mi vientre
recordándome una vez más esta comedia consciente
mira rima, hoy no tengo la paciencia para aguantarte la insolencia
no mientras recicle los sabores de la memoria
no mientras me quede esta emboscada atravesada en la garganta
la locura anda en boca de la dentadura
inventando las fórmulas de las mandíbulas de la muerte
atascada como un trozo de carne entre los dientes