Oh España, tierra eres, tierra solo,
pero con tu cálida, insondable entraña
el sol corre por dentro y te ilumina,
y te arrebata.
El sol te empuja brutalmente,
El enterrado sol que llevas, canta,
Ebria vuelas. Vas ya por las estrellas.
Vas pura, iluminada.
Mas llevas en tu seno
a los solemnes muertos que en ti braman,
que, como yo, con furia
te devoran y abrasan.
Oh España, ya por las estrellas,
oh estrella sola y clara:
te quiero con el llanto, España mía:
llanto tú brillador de luces altas.
¿Adónde vas, España grave?
Mis manos te levantan.
¿Adónde vas por el azul espacio?
Altísima navegas solitaria.
Y yo te veo tierra,
tierra sólo y herida por el hacha
de Dios, y vas sangrando, y cae
toda tu sangre por mi cara.
Ay, España querida.
Entiérrame en tu sangre roja. Arranca
a tu hijo del mundo. Llévame
contigo por la noche negra, España.
Vas alta y dolorosa.
Gimes, deliras, bramas.
Vas firme y pura por el firmamiento
a hundirte en Dios como una espada.