Por el día de su no cumpleaños
Un Conejo cruza el horizonte como una flecha
— eso también lo sabe el Sombrerero Loco —.
Hay un acertijo que resolver.
Salgo en su busca al País de Las Sombras:
Sigo al Maestro de Ceremonias.
Atravieso un inmenso tablero
donde todo transcurre al revés;
evito jugar al croquet con la Reina.
He llegado al centro de la historia
— si es que esa historia puede tener centro —
guiado por la sonrisa del Gato: Allí lo descubro.
Yace recostado en un trono invisible,
cientos de naipes le hacen reverencias,
Grifo y Pájaro Dodo le sirven el té.
Duerme... Temo despertar al Matemático;
tal vez si lo hiciera, el Mundo dejaría de existir.
Pero mi incertidumbre es mayor que mi prudencia:
— ¿Dónde está la Verdad? — pregunto.
Silencio... Entreabre los párpados y susurra.
Sus palabras forman vocales de niebla
que ejércitos de niños aún por nacer
recogen en el hueco de sus manos.
— Siempre ha estado dentro de ti.
Ella es una Flor Eterna...
Yo soy sólo un soñador soñando un sueño.
Ray Respall Rojas