Dependiendo del ojo con el que se mire
El vidrio cuarteado
Intentaré ser artesano
De tu belleza modernista
Sufflé intermedio
De hombres sin escamas
Seré figura de lánguida melancolía
¿y tú?
Mujer amante de Ades
¿herirás mi costal
en el fino margen
de nuestro funesto erotismo?
Tenso me siento llevar
Hacia la literatura de mis sentidos;
Próximo me dejaré caer
En el efímero humo expirado.
Aunque palidezca
Lejos de la húmeda yema de tus lánguidos dedos,
Cochambre e ironía,
La noria, de nuevo, comenzará a girar.
Carlos Couto Díaz