La fuerza del destino
Apaga las mentes inquietas
De placebos, de corte oriental,
Origen y objeto, final programado
Con la presteza de vuestra compañía.
Chupadme la sangre,
Mis transilvanos amigos,
Fielmente vuestro
Este nuevo amante
De crucifixiones, de cristal veneciano.
Alberto Couto Díaz