Fuegos artificiales incendiando el espacio de los sueños.
Cielo líquido desnudando las paredes de mi encierro.
Anómala climatología que desentierra el hacha de guerra.
Viento mistral que nada deja en su sitio cuando sopla.
Viajando al interior de un agujero negro
para tomar el enlace que nos vinculará hacia
un desconocido universo, y dejar atrás, aplacadas,
las barreras terrestres que frenan la velocidad de
las cosas.
Amarillo saturándolo todo antes de la tormenta.
Tu sonrisa de Ícaro domiciliándose dentro de mi.
Fuego áureo inflamando el temporal todavía improbable
como un delicioso demonio de ojos rojos.