Ayer cerré los ojos y vi dentro de ellos
la luna dividirse.
Un mar desterrado fue cubriendo tu cuerpo
y el mío.
Ayer hubo un tiempo de pretéritos perfectos,
de nadas concluidas,
de todos inacabados;
proyectos de salto al vacío
mientras los satélites dormidos
acudirían a rescatarnos extendiendo
su imprevisible manto, para depositarnos,
virginales,
en el agua de un mar frío....
Ayer, como la prolongación de hoy,
el sol dócil ha calentado mis sueños.
--Una diáfana luz de Agosto de imprecisas coordenadas
llevándome hasta ti---.
El camino de retorno recorre,
como un grabado de invisibles registros,
estaciones de agua y luz donde
orientarme y descansar:
“chances del destino”,
indicándome el camino.........
Del otro lado,
Tú,
aguardando bajo el cielo estrellado,
las huellas de mis pies,
llegar hasta ti.
Próxima estación :ESPERANZA.