Así nos conocimos, como quién busca algo,
como dos personajes de una misma novela,
tal vez como dos niños tomados de las manos,
o como prisioneros que arrastran su cadena.
Tú eras desenfadado, feliz, puro y risueño,
con un montón de encantos que te hacían relucir.
Yo era sensible y noble, y algo de dulce y tierna,
no éramos niños ni santos, solo nosotros, nadie más.
Así nos conocimos, y se quedó ese instante
como el viento que pasa y sacude la flor,
tal vez como las olas que besan las orillas,
o como un niño triste que luego sonrió.
Tú eras ese alguien nuevo que encontré en el camino,
cuando solo nosotros andábamos por él.
Yo era una fugitiva que escapó del destino
y que cambió de pronto al encontrar tu piel.
Así nos conocimos y todo quedó claro,
con solo una mirada bastó para entender
que éramos solo dos, un abrazo y un beso
dos almas que eran una, dos cuerpos en un ser.
Y es esta nuestra historia, de nadie más
Es nuestra y es eterna, aunque pasen los años.
Me quedaré en tus ojos, me quedaré en tu vida
Te quedarás conmigo, serás parte de mí.
Milena Almira Alvarez
Enviado por: Márie Rojas Tamayo