La espera que espera tranquila y ansiosa a la
vez,
devora mis sentimientos para traspasártelos.
El silencio secreto me hace decaer por los suelos
calurosos,
brumosos y oscuros.
Tu cuerpo fuerte aquí está, pero
no lo puedo palpar.
Y me cuesta comprender y aceptar la realidad
que me consume bruta y absoluta hasta su fin.
Vuelve por mí aquel día pactado.
No me falles.
No me olvides.
No me dejes sin amor jamás,
ni siquiera cuando los pájaros vivan de
mis huesos.
Silvana Barrales