LA GÁRGOLA
En los rincones oscuros de mi mente
duermen agazapados, desnudos,
los pensamientos negros de mi fantasía
queriendo combatirlos frente a frente.
Despiertan y revisten de lujuria
enfrentando los placeres de mi cuerpo,
en lucha no tan cruel y arrebatada,
me escapo como reo con su furia.
Y así, con palpitar a mil por hora,
recorro el escenario inusitado,
como gárgola posada en las alturas
me encuentro la llegada de la aurora.