NAVIDAD

Te espero, mi Navidad,
Tú que siempre estás llegando.
Yo no te encuentro en diciembre
porque hay niños con hambre
y en la hondura de sus ojos
no se ve la Luz del Sol!
Mientras se opacan los brillos
de sus desiertas miradas,
hay alguien que sí celebra
muy cerca del verde pino:
el que cuenta sus billetes
y a dormir se va seguro
sin haberte registrado
más que en tarjetas postales
y en regalos diplomáticos
que tampoco le interesan.
Si es que llegas algún año
ese día habrá una fiesta,
en cada hogar la alegría
será la dueña y señora
y las calles no podrán
albergar niños hambrientos.
Nos daremos, al fin, cuenta,
que es Navidad todo el año
todo el día, todo el tiempo
y con certeza las almas
alejarán viejos miedos.
Dejemos vivir al Niño
en medio del corazón,
no Lo evoquemos en vano
sino que siempre renazca
en cada buena intención.
Y recordemos cantando
en antiguos villancicos
que Navidad no es un día,
no es diciembre 25,
es conciencia meridiana
de Paz, Amor y Hermandad.
Si escuchamos su mensaje
despertaremos sonriendo
en bella Fraternidad.

                                           Alberto Peyrano


 

« Voltar